Hizo su vida y carrera en Estados Unidos donde migró a finales de los años 40, impulsada por su madre, Luisa González Feo, para que estudiara arte. Más adelante se mudaría a la comunidad de Door County en Wisconsin rodeada de naturaleza, la que llegaría a conformar precisamente el centro de sus obras, un ejemplo son los bosques poblados de seres fantásticos, así como los recuerdos constantes de la casa de sus padres y la memoria de su madre.

Aprendió la técnica de punta de plata con su maestro Karl Priebe en Estados Unidos.