Desde muy temprana edad despertó su gran interés por las artes, interés que se convertiría en una pasión que la acompañó toda su vida. Comenzó sus estudios en Bellas Artes y de igual manera recibió clases con Chela Vásquez, Tomás Povedano y Pachita Crespi. Continuó sus estudios con el reconocido pintor alemán radicado en Costa Rica Emil Span. Entre sus anécdotas, contaba a sus familiares que con solo observar a Span pintar, ella aprendía. Su medio de preferencia era el óleo y dependiendo de la temática de su obra en eso dependería el uso del color. Los retratos por lo general se caracterizaban por ser en colores oscuros: negros, grises y ocres. Mientras que sus paisajes que representaban diferentes escenas costarricenses tenían colores más cálidos y acogedores.